Cambio de combustible hacia energías renovables

El siguiente pilar de nuestra estrategia para la transición energética es el cambio de combustibles fósiles a energías renovables bajas en carbono.

La electrificación es clave para esta transición, ya que permite el suministro de energía a través de fuentes renovables y un uso más eficiente de la energía. La temperatura más baja (<150 °C) de los procesos de base agrícola y biológica los posiciona no solo como buenos candidatos para la recuperación de calor y la eficiencia energética, sino que también los convierte en muy buenos candidatos para la electrificación.

La estrategia de DSEC para la Transición Energética tiene, por tanto, un especial foco en la electrificación de los procesos para consumir menos energía procedente de combustibles fósiles privilegiando soluciones técnicas como la recompresión mecánica de vapor y las bombas de calor. Esas soluciones eficientes son económicamente muy atractivas en el contexto energético y están recibiendo cada vez más atención.

Figura 2 Schellen & Couplet 2022):

Ejemplo de las unidades de Evaporación y Cristalización del proceso Azúcar. En lugar de condensar los flujos de desechos a 65°C a la salida de la cristalización, el vapor se puede volver a comprimir a 133°C mediante recompresión mecánica. Esto proporciona un beneficio de energía térmica correspondiente a 4,51 veces el trabajo de compresión y reduce significativamente los flujos de vapor.

La electricidad puede ser suministrada por la red y/o por una cogeneración o motores de gas, aumentando la relación energía eléctrica vs térmica de la planta.

La energía con bajas emisiones de carbono se puede producir in situ con calderas de biomasa (posiblemente utilizando biogás procedente de la metanización in situ) o mediante la instalación de paneles solares y turbinas eólicas in situ, aunque con un potencial limitado.

La planta también puede ser alimentada con energía baja en carbono a partir de madera, hidrógeno o energía renovable a través de la red.

DSEC proporciona una revisión completa de las necesidades eléctricas y térmicas de la planta, electrificando donde sea adecuado e incluyendo fuentes de energía para los requisitos térmicos y eléctricos al cambiar de combustible fósil a fuentes bajas en carbono.

Para obtener más información sobre la electrificación y el cambio de combustible, consulte nuestro último artículo publicado en Industria azucarera: Ahorros energéticos significativos en la industria azucarera de remolacha para alcanzar los objetivos de descarbonización. (en inglés)